el momento santo

11.11.2024

El momento santo

Podemos llegar a un nivel de comprensión y conocimiento que supera el conocimiento mismo y no tenemos que hacer nada.

No es necesario ir al Everest ni leer una biblioteca entera, aunque puede ayudar.

Me basta con estar totalmente conectado y entregarme a lo que me pasa, entregarme totalmente...

prácticamente ya no están,

esa charla ya no existe

y navego en un silencio inmenso, inmerso en una luz sin tiempo ni lugar.

Son momentos de un instante santo.

Estoy conectado con el todo: soy al mismo tiempo hijo, hermano y padre y ese Hijo está a mi lado tan cerca que casi podría tocarlo.

Y aquí, mientras sonrío y me alegro de este resultado, extiendo la mano para hacerlo...

todo desaparece

Y de nuevo en el barro donde estaba antes

y no entiendo.

La tristeza viene pero no la despido, la acojo pero de otra manera:

cierro los ojos,

Me escucho en la niebla

Recuerdo sonreír

y la calma regresa lentamente.

Gracias Espíritu Santo por no abandonarme.