Dolor muscular a partir de los 60

08.05.2023

¿Rígido o demasiado relajado?

Cada vez más trabajo con personas mayores de 60 e incluso mayores de 70 que deciden hacerse un masaje por diversas razones, aunque en la mayoría de los casos la solicitud surge de la necesidad de encontrar consuelo a una variedad de dolores musculares esporádicos o crónicos variados en naturaleza, a menudo postural.


Parto de aquí para algunas reflexiones sobre los tipos de estructura física que encuentro en este grupo de edad. Naturalmente no existe una persona igual a otra, pero a grandes rasgos podemos identificar algunas tipicidades y hoy me enfocaré en dos condiciones opuestas que encuentro:


Esta condición es a menudo el resultado de malos hábitos posturales arraigados en el tiempo o de un trabajo extenuante realizado durante muchos años.


Generalmente, a la persona con estos problemas le gusta un masaje conectivo y muscular tradicional, con especial atención a las distintas articulaciones, acompañándolo todo también con movimientos pasivos de estiramiento miofascial, que ayudan a restablecer el equilibrio del sistema.


El trabajo sobre el cuerpo también ayuda a relajar la mente que en estas personas es generalmente muy activa, llena de tensiones y pensamientos, reflejando la rigidez musculoesquelética. Para facilitar aún más el proceso, al final del tratamiento agrego algunas técnicas energéticas, especialmente concentradas en la parte cráneo-sacra, para que el viaje termine con un verdadero "regreso a casa" a través de una profunda relajación psicofísica.


2. Personas con relajación muscular. A diferencia de las personas que tienen rigidez musculoesquelética, hay personas que tienen tejidos y músculos excesivamente relajados, con tendencia a la relajación. En estos casos se agradece un ligero masaje conectivo y fascial, acompañado de movimientos pasivos de estiramiento de piernas, pies, pelvis y abdomen, hasta hombros y cuello.


Estos movimientos pasivos permiten a la persona un mayor contacto con el cuerpo, como si de un viaje de ida y vuelta se tratase, acompañado del aroma de los aceites esenciales y de una música especialmente relajante.


En algunos casos recomiendo algunos ejercicios sencillos que también pueden hacer de forma independiente para mantener el tono de las partes del cuerpo que tienden al exceso de relajación.

Una vida a menudo demasiado sedentaria y la edad avanzada no ayudan, con la consecuencia de que las tendencias físicas, en un sentido u otro, empeoran. En estos casos, el masaje puede convertirse en un buen aliado, ya que de forma pasiva y sin esfuerzo, la persona puede crear una rutina saludable de mantenimiento y prevención que afloje la rigidez, cuando se trata de esta, o la relajación excesiva, cuando nos encontramos ante lo contrario. problema.

Por supuesto, en ambas situaciones, pueden ser necesarios otros tipos de tratamientos de tipo especialista que requieran una derivación a otros profesionales.


En cualquier caso, el masaje es un buen hábito, una cita contigo mismo y con el bienestar, una cita válida a cualquier edad, sin esperar a sentirnos agarrotados o poco tonificados y dolorosos para cuidar del bienestar.